Las fotos trucadas no son una novedad. La manipulación de la información tampoco. Hasta se llegó al límite de montar noticias. Pero ahora se suman las entrevistas inventadas. Si. Charlas con personajes que nunca existieron, salvo en la imaginación de algún periodista vendehumo.
Las entrevistas falsas son la especialidad del diario Daily Star. Hace algunas semanas, publicó un reportaje con el jugador del Barcelona Gerard Piqué, en la que el defensor ¿afirma? que a su compatriota Fernando Torres "le resulta embarazoso jugar en un equipo de la calidad del Liverpool”.
Enseguida, el club español se encargó de desmentir en su página web estas declaraciones: “Recientemente han aparecido un número de entrevistas inventadas con los jugadores del club en el Daily Star y en el Daily Star Sunday. El FC Barcelona quiere hacer saber que ninguna de esas entrevistas es atribuible a los jugadores citados". "La información y las declaraciones hechas en estos artículos son total y absolutamente falsas”, explica en su página el club, que ya envió una queja formal a la publicación.
Para algunos es un “género nuevo”. Así lo cree, por lo menos, el freelance italiano Tommaso Debenedetti, un defensor del reportaje falso. Una vez que captaba la manera de expresarse de los personajes, redactaba estas entrevistas más truchas que dólar celeste (NdR: ¡Felices 50 Diego!), para después venderlas a diarios locales. "Mi idea era ser un periodista cultural serio y honrado, pero eso en Italia es imposible", explica en una entrevista- real- a El País de España.
"La información en este país está basada en la falsificación. Yo, simplemente, me presté a ese juego para poder publicar y lo jugué hasta el final para denunciar ese estado de cosas". Debenedetti “entrevistó” a personalidades como el Dalai Lama, Mijaíl Gorbachov, Elie Wiesel, Joseph Ratzinger.
En el periódico inglés Daily Star son reincidentes. “Sueño con jugar en el Manchester United", había confesado supuestamente el mediocampista alemán Mesut Özil para el diario en agosto. La firma en todos los artículos es la misma: Ben Fairthorne, que por vender pescado podrido no escribe más en el Daily Star desde el 19 de septiembre.
Debenedetti tuvo mejor suerte: planea publicar un libro con sus obras. “Me di cuenta de que lo que interesaba no era la cultura sino los grandes nombres, el espectáculo, las estrellas. La verdad es que me divertí horrores durante esos diez años”, concluye.
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