Filipinas es uno de los países más inseguros para ejercer el periodismo. En el 2009, 38 profesionales de los medios fueron asesinados, y existen 55 casos de crímenes impunes, cifra superada sólo por Irak y Somalia. Por este motivo la policía filipina decidió entregar manuales de seguridad a los periodistas. El libro, de 48 páginas, contiene consejos y medidas para evitar ser un blanco fácil, y reforzar la seguridad de los trabajadores y sus familias.
El general Raúl Bacalao, director de la fuerza, sostuvo: “La Policía no puede proteger a cada ciudadano las 24 horas del día, pero algunos informes sugieren que algunas de las muertes se podrían haber prevenido tomando unas pocas precauciones básicas".
Es interesante analizar uno de los manuales de seguridad para periodistas, publicado por la IFJ (Federación Internacional de Periodistas). Explica cómo cubrir eventos peligrosos y reducir los riesgos en “zonas de combate y áreas de conflicto”.
El primer capítulo relata: “Los riesgos más obvios para los periodistas se presentan durante el cubrimiento de las guerras”. Luego, enumera otros riesgos: enfermedad, accidentes de tránsito, y, llamativamente, moral baja y cansancio.
Para el trabajo en zonas hostiles, el manual aconseja interiorizarse sobre la situación local, y tener presentes los derechos en ese lugar. Pero además, hay algunas recomendaciones peculiares. “Lleve el equipo adecuado” es uno de los subtítulos. Y advierte: “No existe límite para el equipo que puede resultar útil, desde un vehículo blindado, teléfono satelital, fósforos a prueba de agua, o barras de chocolate para un eventual trueque”. Entre los consejos que enumera, algunos son casi maternales:
“Si va a trabajar lejos de la base y de un alojamiento, lleve elementos para su aseo personal. Además de las razones obvias, esto ayudará a mantener su moral y ánimo. Lleve una franela, jabón y toallas. También papel higiénico y una pequeña toalla. Cuide sus dientes y pies”
“Es mejor utilizar un par de botas livianas impermeables. No las compre días antes de partir al cubrimiento, es necesario tenerlas previamente ‘amansadas’”
“En la mayor parte de condiciones, use varias prendas para que pueda quitarse alguna si siente calor.”
“Utilice una billetera adicional con pequeñas cantidades de dinero y algunas tarjetas de crédito viejas, para un caso de asalto."
Además, el manual asesora a los trabajadores sobre armamentos, y cómo enfrentar emergencias médicas, desde una herida provocada por un disparo, hasta una mordedura de culebra.
La IFJ también brinda cursos cortos de entrenamiento de protección para periodistas. Seguridad personal, minas y trampas, situaciones de toma de rehenes, desorden público y revueltas son alguno de los seminarios.
No sorprendería que en estos días el gran diario argentino publique en fascículos su manual, para proteger a periodistas independientes de Hebe de Bonafini o blogueros amenazadores.
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