domingo, 19 de septiembre de 2010

Una imagen vale más que mil trucadas

“No creas en todo lo que te dicen los medios” dice el incisivo Luis Majul. Y tiene razón. Cada vez se discute y se duda más de la veracidad de lo que exponen las grandes empresas mediáticas. No sólo de lo que leemos, o lo que escuchamos: las imágenes no son la excepción, y también sirven para disfrazar la realidad.

El tema volvió a los medios con el escándalo que provocó esta semana la publicación de una foto trucada en el diario egipcio Al Ahram. El objetivo habría sido favorecer la imagen del presidente de ese país Hosni Mubarak, ya que el gobierno es uno de los dueños del periódico. La foto fue tomada durante la ceremonia celebrada en la Casa Blanca para la reanudación del diálogo israelopalestino.
En la imagen se puede ver al presidente de EEUU Barack Obama, escoltado por Mubarak (el primero desde la derecha) el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el palestino, Abu Mazen, y el rey Abdala de Jordania. En la foto exhibida en la web del diario egipcio Al Ahram, hay algunos cambios.

El presidente egipcio pasa a un primer plano, liderando la fila. Detrás, un tal Obama y otros tres más.

Paradójicamente, la agencia Reuters, que en esta oportunidad publicó la foto verdadera, en 2006 debió despedir a un fotógrafo por manipular fotografías de los bombardeos sobre Beirut, durante la guerra del Líbano.
Varios blogs señalaron que el dibujo del humo había sido “clonado”, para que los daños provocados por el ataque israelí causaran un mayor impacto. El autor de defendió indicando que había manchas en la foto. Las guerras parecen potenciar a los falsificadores. Durante la de Irak, un grupo terrorista desconocido divulgó por la siempre confiable internet una foto de un soldado norteamericano secuestrado, John Adam. Exigían la liberación de prisioneros iraquíes, caso contrario, el héroe estadounidense sería asesinado.
El Ejército intentó identificarlo, hasta que el ejecutivo de una empresa de juguetes reveló que el supuesto soldado Adam era uno de sus muñecos, conocido como 'Special Ops Cody'.

Otra foto adulterada se distribuyó poco después del famoso tsunami del 2004, que según se afirmaba, retrataba el momento en que una ola gigante se acercaba a la ciudad tailandesa de Phuket.


Otra truchada: la costa era la de Antofagasta, en Chile, y las olas habían sido añadida por Photoshop.

El gobierno chino también decidió mezclar civilización y naturaleza. En el fotomontaje se percibe a una manada de antílopes tibetanos corriendo alegres, mientras un tren pasa por la vía ferroviaria Quinghai-Tibet.

Ante las críticas sobre el daño ambiental que provocaba la nueva línea de alta velocidad, el gobierno quiso demostrar lo contrario. Pero finalmente, el fotógrafo reveló que todo había sido montado.

La manipulación de imágenes no es nueva. La utilizaron Hitler y Franco, por la Unión Soviética, el régimen de Teherán... Y según parece, mientras no se den cuenta, se va a seguir usando. Por lo tanto, a estar atentos y a hacerle caso a Majul.

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