El verdadero ataque a la libertad de prensa

La madrugada del 4 de septiembre de 2010 fue asesinado el director de Mundo Villa TV, el primer canal de cable creado dentro de un barrio de emergencia. Se llamaba Adams Ledesma, tenía 42 años y vivía en la villa 31, en Retiro. Además, se desempeñaba como delegado de la manzana 99 y “trabajaba por todo lo social” del barrio, contaron los vecinos.

Por el momento el hecho no está esclarecido. Ledesma estaba en su casa, cuando un vecino fue a buscarlo para arreglar un corte de luz en una vivienda de la zona. El cuerpo apuñalado fue encontrado por su esposa minutos después. Henry Aguirre, uno de sus amigos, aseguró: “Acá podemos pensar de todo, menos que fue un asalto”. El móvil del robo está casi descartado.

El hecho no tuvo demasiada repercusión. Las noticias que eligieron las empresas mediáticas, relacionadas con los medios, fueron otras. Como hace meses, el supuesto “ataque” del gobierno a la prensa fue más relevante para Clarín o La Nación.

Mundo Villa reúne un canal de TV, un diario gratuito que se distribuye en villas, y una página de internet. Todo producido por gente del barrio. El canal surgió luego un reclamo de los vecinos, ya que las grandes empresas de cable no aseguraban la prestación del servicio en el asentamiento. La justicia había confirmado que las 30 mil personas que viven en la villa 31 “estaban aisladas de información”. El primer programa que iba a salir al aire era un noticiero con reportajes a políticos.

Tedoro Pancho Benavídez director de la publicación Mundo Villa, relata en una nota a Página 12: “Si se cortaba la luz, por ejemplo, salíamos a reclamar y nadie nos daba bola. Ahora, con el diario, no digo que el cien por ciento, pero un 50, un 40 por ciento los funcionarios te responden. Nos damos cuenta de que no quieren aparecer siendo criticados.”

Ningún medio calificó al homicidio de Ledesma como un “atentado a la libertad de expresión”. Se prefirieron, en cambio, crónicas hipotéticas donde predominan los “habría..”, o “una fuente cercana reveló…”. Obviamente, el asesinato de un delegado de una villa no afecta sus intereses en lo más mínimo. Quizás ese sea su criterio para medir la importancia de las noticias.