sábado, 20 de noviembre de 2010

Periodismo ficción

El espectador ya sabe lo que se va a encontrar cuando sintoniza Crónica TV: en primer lugar, sensacionalismo en su máxima expresión, y una cuota de ficción. Existen noticias inverosímiles, muy poco probables. Muchos televidentes eligen ver Crónica antes de una serie yanqui. Entonces, la señal de noticias muta para convertirse en un canal de entretenimientos. Y por qué no, de humor. “Faltan 364 días para la primavera”, expone en un título. “Conductor borracho casi provoca una tragedia. Batman, único testigo”, enuncia otro. Si eso no es humor…

El morbo tampoco puede faltar en “el canal argentino”. Cuando ocurre un hecho impactante, no falta la sugerencia: “Poné Crónica, a ver qué dicen”. Es decir, para horrorizarse, y reírse un rato. Sin embargo, 2008 sobrepasó un límite: emitió en vivo el suicidio de Mario Oscar Malevo Ferreyra, un ex comisario acusado de múltiples asesinatos, lo que provocó la correspondiente sanción del CONFER.

El logo, las placas, la música, el aspecto de los periodistas, que parecen suspendidos en el aire, con “el decorado” de la ciudad de Buenos Aires detrás, los gritos de los locutores cuando hay una noticia de último momento, todo, absolutamente todo alimenta la imagen bizarra del canal. Como si cada detalle estuviera pensado para lograr ese efecto.

Fue el primer canal de Argentina es transmitir noticias las 24 horas. Comenzó a transmitir el 3 de enero de 1994, a las 8.03 de la mañana (NdeR: ¿No podrían haber esperado a las 9?). Desde ese momento, miles y miles de placas rojas se multiplicaron en la pantalla, siempre con la inconfundible marcha de fondo, The Stars and Stripes Forever de John Philip Sousa. Ridículas, sarcásticas, morbosas, escatológicas, racistas, alarmantes, las placas son una marca registrada de Crónica. A continuación, un compilado de títulos para deleitarse.


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